sábado, 3 de diciembre de 2011

Capitulo 20


Cuando iba hacia su casa dos muchachos dijeron al verlo es Dorian Gray. Recordó como le gustaba que la gente hablara de él y en ese momento le cansaba oír su propio nombre.
     Cuando llegó a su casa se echó sobre el sofá y sintió un ardiente anhelo por la pureza inmaculada de su adolescencia, como Lord Henry la dominó y la había llenado de vergüenza, recordó el momento de orgullo y de pasión en que pidió que el retrato cargase con el peso de sus días y él conservase el inmaculado esplendor de la juventud, mejor hubiese sido que cada pecado de su vida trajese consigo su segura y rápida pena.
       Pensaba en el suicidio de Sibyl Vene, Jim Vane yacía en una tumba sin nombre, Alan Campbell se mató en su laboratorio, la muerte de Basil y era la muerte en vida de su propia alma la que lo trastornaba, el retrato era el causante de todo y pensó que si éste desaparecía se sentiría mejor, subió a la habitación donde estaba el cuadro, tiró de la cortina que cubría el retrato y un grito de dolor y de indignación se le escapó, miró a su alrededor y vio el cuchillo con el que había matado a Basil, lo tomó y apuñaló el retrato, sólo se oyó un grito tan horrible que los criados salieron rápido a mirar qué pasaba, al subir a la habitación encontraron el cuadro de Dorian en toda la maravilla de su exquisita juventud y de su belleza y en el piso un hombre muerto, en traje de etiqueta, con un cuchillo en el corazón, lleno sangre su cara era repugnante y llena arrugas, hasta que examinaron las sortijas que llevaba supieron que era Dorian Gray que al fin  había liberado su alma del infierno donde la había depositado con el solo fin de conservar la belleza física.

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