sábado, 3 de diciembre de 2011

Capitulo 16


Ya en el coche Dorian miraba la silenciosa vergüenza de la ciudad repitiendo interiormente las palabras que le dijo Lord Henry el día que se conocieron, “Curar el alma por medio de los sentidos, y los sentidos por medio del alma”. Su alma en verdad estaba mortalmente enferma, había derramado sangre inocente, pero aunque el perdón fuera imposible, posible era aún el olvido y él estaba decidido a olvidar.
 Dorian se estremeció y rápidamente se dirigió al muelle, al cabo de unos minutos llegó a una casita miserable, entró sin decir una palabra, unos niños jugaban con unos dados de hueso, dos mujeres mofándose de un viejo que se restregaba su trasero con una expresión de asco, Dorian miró aterrorizado y empezó a llorar. Él estaba preso en sus pensamientos y de sus culpas,  parecía ver los ojos de Basil mirándolo, necesitaba escapar de sí mismo y se fue al muelle, allí tomo brandy con Adriano y arrojando dinero pidió a las mujeres que no lo molestaran, al dirigirse a la puerta una horrible risa brotó de la mujer que había cogido el dinero y gritó:
- ¡Ahí va el que hizo el pacto con el diablo!
-¡Maldita! respondió él,
Le gusta mejor que le digan “PríncipeAzul”, Dorian apresuraba el paso para salir de allí, pero fue empujado mientras una mano le apretaba la garganta con esfuerzo, soltándose vio a un hombre fornido y enojado era Jim Vane
-¿qué le he hecho yo?, preguntó, Dorian
-destrozó la vida de Sibyl Vane hace dieciocho años, ella era mi hermana,
Pero Dorian le dijo que lo llevara a la luz y se iba a dar cuenta de que era imposible que él hubiera conocido a su hermana, al fin lo llevó  a la luz y Jim Vane se dio cuenta que era muy joven para que hubiese conocido a Sibyl, le pide una disculpa y lo dejó ir.

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